¿Por qué nosotros?

Elliot Erwitt, 1955.

Elliot Erwitt, 1955.

Es importante que encontremos cinco respuestas a la pregunta “¿por qué nosotros?”, escribo en unas recomendaciones para el trabajo. A los días abro el documento, leo solo esa línea y me pregunto “¿por qué nosotros?” Porqué no los otros, el otro, aquel par, aquella niña que llora la pérdida de su madre, sin saber que es pérdida total, irrevocable. ¿Por qué nosotros? Porqué no ese hombre que se halla padre de tres, viudo, porque entre la vida de ella y la vida que venía, la madre eligió la criatura, mientras el cáncer avanzaba.  ¿Por qué nosotros? Porqué no la abuela que ha criado ya a hijos, nietos y bisnietos y aún tiene que cocinar el día a día sin otras manos que la asistan. ¿Por qué nosotros? Y no aquel, que necesita el hilo reparador, la pega que junte los trozos del corazón sintético. ¿Por qué nosotros? Y no los que siempre andan buscándose, y se rozan, pero no se ven, y ni se encuentran. ¿Por qué nosotros? Si la existencia de un “nosotros” exige decisiones, exige precisar el tiempo aunque parezca inoportuno y para esas cosas no estamos ahora.  ¿Por qué nosotros? Si el cauce se ha llevado las raíces. ¿Por qué nosotros? Si somos dos troncos que van corriente abajo. ¿Por qué nosotros? Si somos imposibilidad geográfica. ¿Por qué nosotros?  Si es más fácil la misma cama, el mismo sofá, las mismas manías, la vuelta de la esquina, lo conocido. “¿Por qué nosotros?”, pregunta egocéntrica, egoísta, prepotente, ridícula. No tengo cinco respuestas, solo el atisbo de una que muta de piel y aún así no sacia la necesidad de quien quiere siempre encontrar respuestas en donde no hay más que un puñado de signos de interrogación que entre ellos se reproducen para ser de la duda, el hambre, y también el pan. 

4 pensamientos en “¿Por qué nosotros?

  1. Podría decir «me gusta» pero prefiero «me reconozco». Mi curiosidad felina me hace continuar buscando un no sé qué en tus escritos.

    • ¡Hola! A mí siempre me andan diciendo «Cami, la curiosidad mató al gato»… jaja.
      Gracias por leer(me). Me gustaría saber de qué parte del mundo lees mi blog, si es posible. Saludos.

      • Hola, Camila. Un placer entablar este breve diálogo con vos. Si no era la curiosidad otra cosa hubiese matado al gato. Creo que es más digna la muerte durante la búsqueda a que te encuentre frente a la TV. Te digo de nada, aunque el agradecido debería ser yo porque si no postearas escritos en este blog no te podría haber leído (al menos por el momento). Te leo desde la Patagonia. Ventosos saludos.

Replica a camilariosarmas Cancelar la respuesta